El proceso de erosión fluvial del río Magdalena ha generado un conflicto hidrosocial en el barrio Girardot, donde la situación ha obligado a la alcaldía municipal a demoler 26 viviendas ubicadas en la ribera, compensando a cada familia con 30 millones de pesos. A pesar de estas medidas, la erosión continúa afectando otras áreas que requieren un manejo integral. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha intervenido construyendo una obra para mitigar la erosión, mientras que un jarillón protege al resto del barrio. Sin embargo, el riesgo persiste, subrayando la necesidad de una solución integral.