El conflicto hidrosocial asociado con la contaminación por parte de grandes cultivadores de arroz se manifiesta en la degradación de los cuerpos de agua cercanos. Los vertimientos de productos químicos y nutrientes provenientes de estas actividades afectan la calidad del agua, contribuyen a la eutrofización de los ecosistemas acuáticos y comprometen los recursos hídricos esenciales para la comunidad, así como la salud pública y la sostenibilidad ambiental.